domingo, 12 de diciembre de 2010

¿Seguimos siendo aquellos chicos?

No hace mucho que vi un video que me impactó, que hizo que reflexionara y me acordara de algo que todos hemos experimentado alguna vez. Era de un surfista neoyorquino y el video, “Surf NYC”. Apenas duraba dos minutos pasados y no salía agua por ninguna parte. El chico salía de un edificio en medio de una ruidosa ciudad internacional para coger su skate y sortear el estresante tráfico para llegar al metro. Un largo recorrido hasta la costa le castigaba con un mar quieto y mudo donde no hay más olas que los saludos de la poca gente que transitaba la calle.


 Perfectamente podríamos ser nosotros ese chico, unos años atrás. Largos viajes en metro y la posterior caminata hasta la playa nos enseñaban, a veces, mares demasiado tranquilos para días con ganas de olas. Frío y lluvia no apagaban ese nerviosismo de la noche anterior, y cortos de desilusión, repetíamos la hazaña fieles a la playa.

Amatxus con frases mañaneras como: “¡a dónde vas con el frío que hace! o ¿vas solo? y ¡ten cuidado! nos acosaban cada mañana.

No había opción de ir a mirar otro spot. Carecíamos de medios. Y allí nos encontrábamos los mismos palurdos de cada sábado o domingo por la mañana, con cara de poker, buscando una motivación en la cara del otro, pues olas por mucho buscar, no había quien las encontrara. Aun así, con dos pelotas y un palo (metido pa´dentro del frío), nos enfundábamos el traje y atacábamos una piscina salada que otro finde más, no ondulaba. Y entrábamos, y reíamos, y cogíamos lo imposible. Y nos bastaba.

¿Donde se han quedado esos viajes en metro por la mañana? Esos termos… ¿Cuándo despertó nuestra pereza y se durmió nuestro esfuerzo de sacrificio?

¿Seremos capaces de retomar esa actitud aunque sea solo por un día, o nos puede el ansia de exprimir al máximo un día de olas?


                                                                                                                      Kiwi

3 comentarios:

  1. a mi me gustaria ke fueramos en bici. lo ke si me doy kuenta es ke tengo mas miedo a dejar las kosas solas en la playa que antes.

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  2. y el coche aunque no siempre da mas seguridad

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